Era fácil esta foto. La escultura, gigante, está perfectamente integrada en el urbanismo de la ciudad, en la Plaza de Colón. Su perspectiva, su forma, crea un contraste llamativo, que lo hace parecer un retrato de dos realidades sobrepuestas. El gesto durmiente, sereno. Es como un sueño que rompe la dinámica ajetreada de una mañana en la ciudad. Una obra que actúa sobre el entorno. La obra es mucho más que la propia escultura.
VEO Los ojos, el tiempo y el corazón pueden conformar la forma perfecta de mirar. Aire que entra por los ojos.