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Mostrando las entradas etiquetadas como Luz

LA ETERNIDAD

  Pensemos que esto que hoy vemos y nos maravilla, lleva repitiéndose de forma más o menos similar desde el principio de los tiempos. Que la eternidad es el día muriendo y naciendo de nuevo a la luz a la mañana siguiente. Explotando como explotaba ante los ojos de nuestros antepasados hasta donde puedan llegar memoria e imaginación.

VERANO

  Hay imágenes que materializan palabras. No son retratos de estas, sino referencias que evocan sus componente: luz, sol, agua, calor ( ¿ puede tener calor una imagen? ), libertad, figuras de diferentes edades compartiendo la irresponsabilidad del descanso.... Retratemos las palabras. Me gusta la idea. 

CALLE DE ORO

  Las luces del callejón se encienden mientras la noche de verano tarda en llegar. La apariencia es que todo se convierte en oro. El tiempo parece suspenderse en un atardecer que ha terminado hace ta unas horas. La luz es la principal herramienta de transformación del entorno. 

POSTALES

  Fotografías que son como postales, aquellas que comprábamos porque estaban muy por encima de lo que nosotros podríamos conseguir. Ahora, sin embargo, tenemos las posibilidades, y la inmediatez para captar el momento. Y cada uno de nosotros somos un fotógrafo capaz de captar la belleza. ¿Que las hace diferentes entonces? la singularidad de cada una, que es nuestra y por eso refleja un instante de nuestra vida, de nuestra mirada y nuestra sensibilidad. Es como ir dejando señas que vayan reteniendo trocitos de tiempo mientras que este sigue su transcurrir continuo, siempre en movimiento.

FUEGO

  Hoy día es fácil captar una imagen así y convertirla en fotografía, como si la estuviésemos atrapando. Y siento repentinamente como si estuviésemos profanando algo, al pensar que un instante irrepetible, totalmente mágico y donde la luz se convierte en algo corpóreo, lo convertimos en algo estático, haciéndole perder la magia que le otorgan el tiempo y su fugacidad. Pero no puedo resistir la tentación de intentar quedarme con la belleza.

CAMINO DE LUZ

  Cada uno tiene sus propias referencias en su entorno cercano, aquellas que todos los días ve pero sólo en ocasiones contempla. Uno de los míos es esa hilera de luz que enmarca la calle de San Quintín, ahora peatonal, y desde la que la noche parece acercarse desde el horizonte por el que se fuga el día. Y los días que en lugar de ver contemplo, su serenidad me infunde una inmensa calma.

LLEGAR A PUERTO

  Pensemos en un mar, de noche, donde navegamos en la oscuridad. Y pensemos en esas luces del puerto que, de repente, hacen que el horizonte pierda su cara amenazante, la nada, para convertirse en un lugar al que llegar. Arribar a puerto, conocer otro lugar, descubrir otra vida, o quizás simplemente volver a casa. Cuantas veces la luz es metáfora de nuestra vida.

LA PUERTA A OTRO MUNDO

Las fotografías sin filtro, sólo con el ojo de la cámara que se limita a recoger dándole la dureza del instante a lo que para nosotros se empapa de tiempo, nos lleva en ocasiones a descubrir momentos tan singulares como este atardecer. Imágenes que remiten a la fantasía. Como si sobre el Palacio, el cielo estuviese abriendo una puerta a otra dimensión henchida de luz.  

PUESTA DE SOL

  Ver la puesta de sol. Me gusta contemplar, no sólo las puestas de sol, sino a gente reunida para asistir a este acontecimiento. Es importante que se sepa admirar la belleza, que se valoren estos regalos que sólo precisan de saber mirar. Quizás implique que algo de esa serenidad de permitir que la vida transcurra, se cuela en nuestro interior para limpiarnos. O quizás que verdaderamente sabemos lo que merece la pena.

MAR PLAYA

  Cuando la luz del sol se refleja en el agua, lo convierte en un espejo. El agua se vuelve de plata o de vidrio, perdiendo en la fotografía su condición líquida.

ARCO IRIS DE INTERIOR

Una vez más, el arco iris se cuela en el interior. La luz rebota en el cristal y se dibuja en la pared con sus mejores colores. Al final, la luz crea el nivel inmaterial de lo que nos rodea y convive a la perfección con lo material.   

LUZ DEL ATARDECER

  A veces, o siempre, la luz funciona como una `paleta de colores que va tiñendo la ciudad en función de las horas, el tiempo.... Al final posiblemente la luz sea la verdadera creadora del color y este nunca sea algo fijo e inmutable sino el resultado de muchos factores externos e íntimos. Yal vez los colores puros no existan y sean sólo formas de nuestra percepción.

REFLEJO EN LA VENTANA

El cristal de la ventana, refleja el edificio de enfrente. Las ventanas se convierten en espejos y la ciudad se refleja en si misma. Se convierte en un juego, un laberinto de imágenes que se repite como si todo fuese un extraño caleidoscopio.   

LA LUNA EN LA CIUDAD

 Lo que más me gusta de esta foto es su limpieza. Hay edificios, un banco con su cartel pretencioso, incluso un cable cruza de lado a lado la imagen.... Y sin embargo, percibo una sensación de limpieza, de claridad. Posiblemente la culpa sea de esa luna grande y precisa que nace cuando todavía no se la espera. Y de ese cielo que alcanza ese color de atardecer entre la luz y la oscuridad que tanto me gusta. Las ciudades son también entornos hermosos, lugares donde fácilmente se encuentra la belleza. Su belleza.

CALLE DE ORO

  La lluvia y la luz de las farolas tiñen de oro la calle. Un atardecer metálico y luminoso. La ciudad nos sigue ofreciendo instantes mágicos y únicos. Hay que saber mirar.

GRAN VIA MADRILEÑA

 La arteria central de una ciudad en toda su estridencia lumínica. Derroche de vida en tiempos extraños de silencio. Una forma de acogernos que tiene Madrid.

CIELO DE SEPTIEMBRE

  En ocasiones miramos, y vemos aquello que en tantas otras ocasiones dejamos pasar. El cielo que en una tarde de septiembre se convierte en algo rabioso, de una hermosura agresiva. Que sorprende cuando lo recogemos en una instantánea y no tanto cuando lo tenemos sobre nuestras cabezas. Milagros cotidianos. 

ARCO IRIS DE INTERIOR

Dudé si colgar esta fotografía. Parece artificial. Sin embargo, es una instantánea hecho con un móvil. Por supuesto sin retocar. Es por lo tanto casi un milagro. La luz del sol entra oblicua cruzando el cristal, traspasa la mesa de vidrio y dibuja este arco iris en la pared. Es la materialización de la luz. El color hecho sólido. Una pintura sólo de luz y miradas.

AMANECER EN EL PALACIO REAL DE MADRID

Muchas veces identificamos la luz con la vida. Esta fotografía del amanecer parece atrapar el momento en que esa luz comienza a extenderse sobre el edificio del Palacio, la estatua ecuestre, los jardines.... como si los llamase a despertar. Como la savia que los trae a la vida otra jornada más. Un regalo en días extraños de encierro donde parece que todo se ha detenido a nuestro alrededor, mientras, sin embargo, la vida sigue. Incluso sin nosotros.

CUADRO URBANO- ATARDECER

Cualquier paisaje urbano es susceptible de convertirse en un lugar mágico, sólo con encontrar el momento y saber mirarlo.