Hoy día es fácil captar una imagen así y convertirla en fotografía, como si la estuviésemos atrapando.
Y siento repentinamente como si estuviésemos profanando algo, al pensar que un instante irrepetible, totalmente mágico y donde la luz se convierte en algo corpóreo, lo convertimos en algo estático, haciéndole perder la magia que le otorgan el tiempo y su fugacidad.
Pero no puedo resistir la tentación de intentar quedarme con la belleza.
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