Me gustan los espejos. Pensad por un momento lo que ocurriría si estuviésemos equivocados: si no fuese una imagen sino una realidad en si misma. Diferentes realidades miméticas que conviven, que se visualizan pero a las que no podemos asomarnos, no más allá de la superficie. Aquí, en Madrid, un ventanal espejo en la fachada de un edificio. Refleja la calle que allí termina.
VEO Los ojos, el tiempo y el corazón pueden conformar la forma perfecta de mirar. Aire que entra por los ojos.