Tengo la sensación de que después de la lluvia las ciudades conforman paisajes urbanos en los que la luz se extiende formando reflejos. Lo urbano adquiere una textura un poco mágica, una textura entre transparente y sólida. También creo que de pronto miramos y vemos, y reconocemos la belleza, sabiendo que es fugaz, y que si no fijamos ese momento desaparecerá para siempre. Quizás su fugacidad la hace más bella pero no puedo resistir atrapar un retazo.
VEO Los ojos, el tiempo y el corazón pueden conformar la forma perfecta de mirar. Aire que entra por los ojos.