Noche y primavera. Regreso a casa. Los árboles de ciudad han florecido. De noche son un poco incongruentes en el bullicio de un viernes. Ruido. Conversaciones. Prisas Y luces. Luces de neón, de automóviles que pasan, de los hogares que rodean la plaza. Inesperadamente, de la mezcla alquímica de todo ello, surge un color. Agresivo y bello. Único en su tono. Nunca se repetirá. Aquí lo tenemos.
VEO Los ojos, el tiempo y el corazón pueden conformar la forma perfecta de mirar. Aire que entra por los ojos.