La ciudad desperezándose. Ya se ha despertado, ya ha pasado el amanecer, son las primeras horas del día y todavía no ha definido sus contornos aunque ya ha comenzado el movimiento. Aun la luz está tamizada por los ojos del sueño. Pronto extenderá sus brazos y, en un largo bostezo, disipará la niebla que la envuelve. Nosotros hemos tenido la suerte de captar ese momento, hoy, en la Gran Vía de Madrid.
VEO Los ojos, el tiempo y el corazón pueden conformar la forma perfecta de mirar. Aire que entra por los ojos.