Lo que quiero destacar en este caso es que, después de vivir durante dieciocho años cerca de este mar, he tenido que marcharme y dejar pasar mucho tiempo para ser capaz de apreciar su belleza, su fuerza, sus matices, y ese azul que empapa cualquier imagen, Posiblemente la lección que me gusta es que la vida es un continuo camino de aprendizaje, de descubrimiento. Con la mente, pero también con los sentidos. En este caso con los ojos. El mar. Mutable, vivo.
VEO Los ojos, el tiempo y el corazón pueden conformar la forma perfecta de mirar. Aire que entra por los ojos.