Siempre me han gustado las estatuas. También me han dado cierto miedo.
Me cuesta creer que no exista un alma escondida entre la piedra. No puedo imaginar que su interior sea solamente un material informe que sólo es singular en su exterior.
La Plaza de Oriente de Madrid nos ofrece un ejército sereno de historia y arte, la belleza de estas figuras se integra en el entorno.
Vivas. Aunque su vida tenga otra dimensión.
Me cuesta creer que no exista un alma escondida entre la piedra. No puedo imaginar que su interior sea solamente un material informe que sólo es singular en su exterior.
La Plaza de Oriente de Madrid nos ofrece un ejército sereno de historia y arte, la belleza de estas figuras se integra en el entorno.
Vivas. Aunque su vida tenga otra dimensión.
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