El cielo se rompe bruscamente.
O quizás son las nubes las que se abren para dejar que la claridad de un cielo limpio contraste con la agresiva luz del sol empapando las nubes.
Y mientras tanto, bajo este milagro, la ciudad sigue su curso, con la tranquilidad de quien está habituada a la belleza de los cielos.
O quizás son las nubes las que se abren para dejar que la claridad de un cielo limpio contraste con la agresiva luz del sol empapando las nubes.
Y mientras tanto, bajo este milagro, la ciudad sigue su curso, con la tranquilidad de quien está habituada a la belleza de los cielos.
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