La fotografía capta ese momento en que la luz del día comienza a definirse, con los colores de un despertar violento, mientras que las en calles continúan aún encendidas las farolas.
Todo es luz y todo irradia alrededor cierta irrealidad que deforma las fachadas y convierte la imagen en algo diferente entre lo que es y lo que se presiente.
Sólo el asfalto parece haber alcanzado su materialidad más sobria, sin aportaciones.
Un ejemplo de lo importante que es conjugar la realidad con la mirada. Y ahora decidir cual de las dos es más cierta.
Todo es luz y todo irradia alrededor cierta irrealidad que deforma las fachadas y convierte la imagen en algo diferente entre lo que es y lo que se presiente.
Sólo el asfalto parece haber alcanzado su materialidad más sobria, sin aportaciones.
Un ejemplo de lo importante que es conjugar la realidad con la mirada. Y ahora decidir cual de las dos es más cierta.
Comentarios
Publicar un comentario