Sí, un blog que tiene gran parte de su peso en las imágenes, no podía obviarlo: Madrid sufrió durante cuarenta y ocho horas una nevada espectacular, y todos, todos, tenemos nuestro álbum de esos días. He elegido estas fotografías como podía haber elegido muchas otras, tal vez estas son las más evocadoras y las menos dramáticas.
Ahora hay que limpiar, comenzar de nuevo a ser normales y recordar que sólo fueron unos días. Sin embargo, decidamos no desprendernos de la belleza, no sólo de la parte más epidérmica de esa belleza, la blancura inesperada, sino también la belleza de ser sorprendidos, de que en pocas horas, pueda cambiar la fisonomía de nuestra ciudad.
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