El otoño es hermoso por su cansancio. Traslada esa pereza aceptada, esa lentitud de lo que necesita descansar para renacer. Color amarillo sueño, tan lejos de cualquier textura agresiva.
Pero también es vida, porque exige que se acepte su tono esponjoso y sereno, su luz difusa y esa sensación constante de moverse en una realidad reposada compuesta de recuerdos.
El otoño es el reposo de la existencia, la reflexión, el descanso.
La libertad.
Comentarios
Publicar un comentario