Todos podemos ser ese caminante solitario que en un atardecer recorre una calle. Tiene su propia historia, sus propios pensamientos, igual que quien lo mira y que podemos ser nosotros también.
Y ese momento, exactamente ese momento, será único, no se repetirá nunca. Sólo será seguido de muchos otros que tampoco se repetirán.
La vida es eso, más o menos
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