Cuando el exterior nos agrede con algo que no controlamos, cuando sentimos el miedo irracional de no saber a que tememos... El Refugio multiplica su valor como un abrazo. Pueden ser personas o lugares, incluso sentimientos o recuerdos. Todos necesitamos uno.
La primavera estalla en cualquier esquina invadiendo la ciudad. Solo nos queda agradecer su ruptura, su alegría y esperar que nos siga sorprendiendo siempre con su libertad
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